Víctor Salado explica el impacto de la nueva legislación europea para el contorno digital | Gaiástech

– En que se diferencian básicamente la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales, principalmente desde el punto de vista de la ciudadanía?
– De modo resumido, podemos decir que la Ley de Mercados Digitales está orientada a proteger a las empresas europeas mientras que la Ley de Servicios Digitales está más dirigida a proteger a los usuarios y sus derechos, aunque ambas tienen efectos en los dos sentidos al garantizar la libre competencia y una mayor transparencia y confianza en el uso de la Red.
Desde el punto de vista de los ciudadanos, ambas leyes suponen un cambio de paradigma en la regulación de la Red y en la protección de nuestros derechos individuales frente a los intereses y modelos de negocio de las grandes plataformas de internet, así como frente a la manipulación y obstaculización de nuestra defensa en la Red.

– Cuando será efectiva la protección que suponen estas nuevas incorporaciones a la legislación europea?
– Los efectos ya los estamos viendo ya que gran parte de esta normativa adelanta su aplicación a las grandes plataformas de la Red que, en estos meses, tuvieron que informar a la Comisión Europea sobre su información y acciones de cumplimiento. Con todo, los efectos plenos de ambas normativas se desplegarán entre febrero y agosto del 2024.

– En los últimos años pudimos ver como la legislación en materia de protección de datos se vulneraba constantemente por los gigantes de internet y la sanciones tardaban años en fijarse y en muchos casos incluso llegaron a suspenderse. Cambiarán las cosas con el nuevo marco legislativo?
– Sin duda, esta legislación supondrá un cambio de paradigma también en cuanto a las sanciones. Mientras que, con la actual legislación de protección de datos, las multas solo pueden alcanzar, como máximo, 20 millones de euros o el 4% de facturación global (la cantidad mayor), con la DSA las sanciones pueden alcanzar hasta lo 6% del volumen de negocio global y, con la DMA aún será de hasta lo 10% o, mismo, hasta lo 20% en los casos de infracciones reiteradas.
Esto, unido a una intervención mucho más proactiva por parte de la CE así como de las grandes plataformas con la suya reporte periódico, confiemos en que veremos grandes cambios de aquí la unos meses en el nivel de cumplimiento legal de nuestras normas.

– No actual contexto internacional vemos como la Internet está siendo un campo de batalla por el control de la información, en el que se mezclan discursos de odio, manipulación informativa, divulgación de falsedades en la búsqueda de lucro, acoso a minorías, calotes aprovechando temas de actualidad... Mejorará la situación en Europa una vez que entren plenamente en vigor las nuevas leyes?
– Precisamente estas normas están muy dirigidas a controlar los niveles de manipulación, odio y noticia falsas que vemos en la Red. Eso se logra aumentando la responsabilidad de las plataformas por los dichos contenidos si no pusieron medios suficientes para impedir o limitar estos riesgos, así como establecer medidas claras y efectivas para atender y canalizar las denuncias de los usuarios e intervenir prontamente para retirar los contenidos nocivos o fundamentar mejor su decisión de no hacerlo, pero siempre con opciones de recurso y revisión con mecanismos de control y verificación, tanto por auditores externos cómo por la propia Comisión Europea.

– El tema de grande actualidad en los últimos meses es la inteligencia artificial, que en muchos casos está empleándose de maneras censurables para crear contenidos fraudulentos, vulnerar derechos de autor, manipular a los consumidores... Está la legislación actual preparada para este nuevo escenario, o tenemos que prepararnos para una onda de noticias normativas que regulen esta tecnología?
– La inteligencia artificial, sin duda, supone el mayor reto tecnológico y regulatorio a lo que nos enfrentamos nos últimos 20 años. Si bien, estas leyes no están directamente dedicadas a abordarla (para eso se está tramitando el futuro Reglamento Europeo de IA), muchas de sus disposiciones ya se le aplican como en la necesidad de ser transparentes sobre los algoritmos utilizados y la prohibición de usarlos para estudiar nuestros perfiles personales para dirigirnos publicidad si no lo autorizamos o de ningún modo, en el caso de los menores.
Estas y otras normas tanto europeas como nacionales ya se está aplicando para protegernos de los peores usos de la IA, como en materia de privacidad, no discriminación o derechos laborales, entre otros. Con todo, deberemos afrontar una nueva regulación, tal y como se está haciendo en la UE, una vez vayamos conociendo el verdadero potencial y peligros de la inteligencia artificial. En eso, la futura AESIA de A Coruña, como primera agencia de supervisión de la UE en esta materia, tendrá mucho que acercar con su importante labor.